ACONSEJAR, ¿PARA QUÉ?

Acabo de leer este artículo "Consejitis" y me pregunto en alto ¿cuántas veces hemos escuchado ...tú lo que tienes que hacer es, lo que te viene bien es... tendrías que pensar esto otro...lo mejor es que hagas esto otro que te digo yo...te lo digo por tu bien... ¿Cuántas veces?. Párate un momento y piensa. ¿De quién lo has escuchado? ¿de tu padre?, ¿madre?, ¿vecina?, ¿suegra/o?, ¿del psicólogo/a?. Y la última pregunta cuando has escuchado estas preguntas ¿tú qué eras? hijo/a?, estabas esperando un bebé? te ibas a separar?en qué situación estabas?... 

Yo me he parado a pensar y he caído en la cantidad de consejos que recibimos al cabo del día, cada día de nuestra vida, por multitud de frentes (familiar, de relaciones sociales, medios de comunicación...). y ¿PARA QUÉ? La respuesta que me viene a la cabeza es para invalidar lo que cada quien considera que es lo mejor para su vida.

Cuando me relaciono con alguna persona, independientemente del nivel de relación que tenga con esa persona, frecuentemente recibo un consejo cuando estoy mostrando mi punto de vista. Qué difícil es poner límites en este momento, porque se están metiendo en tu parcela de solucionar tus asuntos por tí misma, por tí mismo y están haciendo tu trabajo, considerándote que no tienes, te falta no se qué para dar con la solución "correcta-adecuada-la que se debería dar". Poner límites a que el resto te aconseje me parece importantísimo para el bienestar emocional, al menos para el mío. 

Cuando conocí el programa "Corresponsabilidad familiar. Fomentar la cooperación y responsabilidad de los hijos" de Juana María Maganto Mateo e Isabel Bartau me paré en este ejercicio, que trabaja con madres y padres los obstáculos y dificultades en la comunicación:

¿Deben los padres y madres evitar dar consejos a los hijos?
Hijo: Estoy haciendo la lista de los amigos que voy a invitar a la fiesta de cumpleaños. La verdad es que tengo algunas dudas. No sé si invitar a Fede, es que...¡suele montar tanto follón!... Y, además, Marisa no me invitó al suyo...

Padre: Mira hijo, lo que tienes que haces es ser generoso. Aunque Marisa no te invitara a su cumpleaños no se lo tengas en cuento. Cuando seas mayor comprenderás lo importante que es la amistad. No le des más vueltas, invita a los dos. 



Desde la Oficina de Igualdad nos resulta muy interesante ver la diversidad de respuestas ante este ejercicio y lo enriquecedor que les ha resultado a madres y padres del Valle que han trabajado con nosotras en dicho programa, caer en la cuenta de qué postura era la suya propia. Y como profesionales constantemente recibimos la pregunta ¿y tú cómo profesional qué me aconsejas?... ¿qué tengo que hacer para esto?. 

Antes estaba en la postura de darles lo que querían, una solución, aunque fuera la mía para lo que me planteaban. Ahora sé que eso no sirve para nada más que para no respetar el espacio de cada persona, de no considerar su sabiduría. Ahora les respondo con esta pregunta ¿y tú qué crees? y tú cuál crees que es la solución para tí? y tú?.

1 Response to "ACONSEJAR, ¿PARA QUÉ?"

  1. Unknown says:

    Muy de acuerdo con todo. Desde mi nivel de intervención familiar el único consejo que me permito darle a las familias es que realicen el sano ejercicio parar a observarse, a intuirse, intentando extraer en la medida de lo posible las exigencias sociales a las que estamos permanentemente expuestos. Sólo así hallarán sus respuestas y sólo de esta forma encontrarán sus propias soluciones.

    Un abrazo

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