Cuando desde la Oficina de Igualdad hablamos de violencia de género y solicitamos algún servicio de atención o protección para mujeres víctimas, siempre alguna mente lúcida que se halle cerca y nos oiga nos espeta algo parecido a esto: "si sois de igualdad deberíais pedir protección para víctimas en general y no especificar para mujeres". Tienen razón, aunque no lo sepan, dan en el clavo aunque estén haciendo referencia a una de las mayores falacias con las que tenemos que bregar en nuestro quehacer diario: que también debe atenderse a hombres "víctimas de violencia de género". De chiste. Pero medio aciertan sin saberlo, repito, porque en rigor no deberíamos referirnos solamente a mujeres, sino también a niñas y niños. Al menos, el Consejo Superior del Poder Judicial empieza a darse cuenta de esta realidad.